Se trata de una metodología que permite a los alumnos adquirir los conocimientos y competencias para la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real. Guiados y apoyados por los docentes a lo largo del proceso, los alumnos se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje y desarrollan su autonomía y responsabilidad, ya que son ellos los encargados de planificar, estructurar el trabajo y elaborar el producto para resolver cada uno de los planteos.
Los estudiantes pueden participar, hablar y dar su opinión, mientras que el docente logra un consenso y orienta el desarrollo de sus proyectos.
En el ABP el alumnado elabora el contenido, diseña el proyecto y colabora entre sí. A través de esta metodología los niños recogen información sobre el material propuesto y aprenden haciendo.
Con el objetivo de que el alumno tenga todo lo necesario para su resolución, y que puedan desarrollar todas las destrezas que sean necesarias, los proyectos son pensados y analizados previamente por los docentes.
Estos proyectos fomentan la creatividad, la responsabilidad individual, el trabajo colaborativo, la capacidad crítica, la toma de decisiones, la eficiencia y la facilidad de expresar sus opiniones.
Además, brinda la posibilidad de experimentar las formas de interactuar que el mundo actual demanda. Combina positivamente el aprendizaje de contenidos fundamentales y el desarrollo de destrezas que aumentan la autonomía en el aprender.